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La Gran Trampa: las letras chicas del texto de la Convención

El texto de la Convención sugiere que gracias al poder que tendrán pueblos originarios una ideología radical podrá dominar el país.

Se acerca el momento en que los chilenos deberán aprobar o rechazar el texto de la Convención. Se trata de un texto que ha generado gran controversia por algunos vacíos legales que generan un panorama incierto para la población. 

El nuevo texto tiene algunas “trampas” que ponen en vilo la democracia: señalan que el voto de los indígenas valdrá hasta tres veces más que el de un chileno que no se identifique con etnias; que por medio de un sistema de escaños reservados a los pueblos originarios, una ideología radical podrá hacerse del poder gracias a una mayoría simple. 

El país en manos de los pueblos originarios 

 Al menos 3 artículos de la Convención abren las puertas a que los pueblos originarios definan las leyes del país. 

 La nueva Constitución señala que los pueblos originarios tienen escaños reservados, y que esos escaños pueden aumentar dependiendo de la cantidad de personas que se consideran de sangre indígena . Si aumenta la cifra de la población originaria , también romperá el número de escaños con la gran posibilidad de que tengan mayor poder e influencia dejando las grandes decisiones que atañen a todo el país en manos de una minoría.

Esto representa una gran alarma para el país; pues supone una desventaja para la mayoría de los chilenos que no se identifica con ninguna etnia, poniendo en riesgo la democracia.

El artículo 252 de la nueva Constitución establece que “el Congreso está integrado por un número no inferior a ciento cincuenta y cinco integrantes electos en votación directa por distritos electorales”, lo que quiere decir que esa cifra de legisladores podrá ir aumentando. 

El inciso 3 de ese artículo señala: “los escaños reservados en el Congreso de Diputadas y Diputados para los pueblos y naciones indígenas serán elegidos en un distrito único nacional. Su número se define en forma proporcional a la población indígena en relación con la población total del país. Se deben agregar al número total de integrantes del Congreso. La ley regulará los requisitos, los procedimientos y la distribución de los escaños reservados”. 

Tal y como puede leerse el artículo 252, no se establece ninguna restricción para los pueblos originarios abriendo la posibilidad de que, a medida que aumente la cantidad de personas que se consideran indígenas en alguna medida también crecerá el número de escaños reservados, pudiendo así controlar la Cámara de Diputados, y con ello las decisiones que atañen a todo un país. 

¿Cómo se elegirían los representantes de Pueblos Originarios en esta Cámara de Diputados? 

Actualmente hay 1.200.000 chilenos registrados en Servel como miembros de algún pueblo indígena; sin embargo, solo 89,000 de ellos ejercieron su derecho al voto para elegir a 17 constituyentes con escaños reservados. 

Lo sucedido en elecciones recientes fue que mientras los indígenas necesitaran solo 13,000 votos para un legislador, el resto de los chilenos en cambio necesitarían 43,000 votos para elegir un constituyente; en pocas palabras, el voto indígena tendrá 3 veces más valor que el de los chilenos que no se identifican con ningún pueblo originario. 

De aprobarse la nueva Constitución, esta situación se consolidará debido a la propuesta de escaños reservados de pueblos originarios donde los políticos indígenas no solo tendrán mayor representatividad, sino que además tendrán poder de veto sobre las decisiones importantes que atañen a todo el país. 

Atentado a la democracia y al equilibrio de poderes 

En teoría, los Poderes del Estado deben ofrecer equilibrio e igualdad para que un Poder no actúe sobre otro y como un engranaje el avance del país; sin embargo, la nueva Constitución establece nuevos poderes a los legisladores que tendrán en tela de juicio la democracia chilena y además podrían perpetrarse en el poder.

La nueva Cámara tendrá la capacidad de designar o remover los miembros del Consejo de Justicia, el cual nombrará una gran parte del Poder Judicial y que podría derivar en una falta de independencia del poder que imparta la Justicia en el país. 

Asimismo, la nueva Constitución establece que por la mayoría simple la nueva Cámara podrá influir en el derecho a la educación y el currículo escolar. 

El Poder Ejecutivo también podrá ser debilitado de aprobarse la nueva Constitución debido a que limita muchas funciones que antes eran exclusivas del presidente. Quita fuerzas el veto presidencial, elimina los mecanismos de urgencias parlamentarias y limita la potestad reglamentaria. 

Adicionalmente, la nueva Cámara tendrá el poder de influir en políticas en materia de Defensa, Militar y de Seguridad Pública. Además, podrá tener influencia en el nombramiento de ministros desde la Corte Constitucional.

 Por último, hasta el fiscal de la Nación será elegido por simple mayoría desde la Cámara, por lo que podría decirse que el Ministerio Público estará también en manos del nuevo Poder Legislativo.

 En resumen, la Cámara de Diputados de la Nueva Constitución será la institución más importante del país, e más importante que el presidente porque incluso no responderá ante nadie y, a través de una mayoría simple podrá tomar todo tipo de decisiones.